“Señoras y señores bienvenidos al vuelo FR0139, con destino Berlín. Les rogamos presten atención a la tripulación que, siguiendo las normas internacionales de aviación civil, les van a dar unos breves consejos de seguridad”. La voz de la azafata consigue sacarme de mis pensamientos, en los que me había sumido tras subir al avión, dejar mi equipaje y sentarme en el asiento. Siempre me gustó observar la forma tan profesional de “no mirar a nadie” que tienen, mientras interpretan para …