¿Nunca te has cansado de ser siempre tú, tú y nadie más que tú? Yo vivo con esa sensación constante de desánimo y desaliento por ser yo, y solamente yo. Aunque lo cierto es que apenas soy una sombra que pasa inadvertida entre las personas que se mueven inquietas a mi alrededor, como gallinas sin cabeza. No puedo evitar observarlas. Insidiosa. Paciente. Tranquila. Me fijo sin querer en el brillo centelleante de sus miradas, y lo quiero todo para mí. …