<<Que triste es que no te quieran, pero es más triste aún que odien la vida que llevas dentro sin motivo alguno y que esa sea la excusa para dar un portazo a estos años de felicidad y salir huyendo de algo tan bonito como la paternidad>>. Llorar no soluciona el mal, pero alivia la pena mientras te consumes por dentro, llevar el nudo en el estómago y no poderlo desliar, ni comer, ni dormir; es duro. Pensar en …