He encontrado el labial idóneo para usarlo como imagen, onomatopeya y metáfora de vida. Es rojo, intenso, muy fijo, muy mate y opaco. Es como contornear y rellenar una sentencia, pintarrajeando mientras sonríes apretando los dientes. Cantar, comer, fumar, beber, besar y sigue intacto. Inmóvil y reseco, tirante y burlesco. Usarlo es ponerse un antifaz, unos tacones y salir desnuda. Una máscara que me permite vencer mis inhibiciones y conservar parte de un misterio algo rancio y miedica… Una que …