Por desgracia no aprendí a jugar con tu cariño y me culpo de no aprender a olvidar sin que me duela. Por desgracia para ti, el sol sale todos los días y para mí queda el consuelo de que pase a visitarme. Por desgracia siguen llegando todas las noches incompletas Y cuando llegan sin luna, procuro iluminarla con estrellas. Por desgracia, yo no supe enamorarme Entregué mi corazón completo y no como se acostumbra por partes. Me quedé con los …