—Joder, joder, joder… ¿pero qué hostias has hecho? Otra noche que te pones hasta el culo. Otra noche que se te va de las manos. —Sudor, sexo, fluidos. Aún quedan restos del último orgasmo en mi garganta. —Jo, tus manos, y tus labios, y tu piel, blanca y fría como una estatua, puro arte. —Suelta el puto cuchillo de una vez. Deja de temblar. ¡Céntrate, hostias! Tienes que largate de aquí cuanto antes. —Había algo animal en la manera en …
¿Te gusta mirar? – @alasenvuelo
— ¿O la bebes o la derramas? — decía el hijín con la navaja desenvainada. Le gustaba «picar» gente. Era bueno en ello. Los esperaba en los callejones oscuros. A veces eran una parejita, a veces algún borracho perdido. ¿Cuántos fueron? Perdió la cuenta. No lo hacía por dinero, aunque el premio no era despreciable. La adrenalina de la perdición. Verter su propia oscuridad en otros seres que parecían luminosos a su lado, por más porquería humana que fueran. Prostitutas, …
04:20 – @Candid_Albicans
Junio de 1981 Ha quitado el cerrojo que puse ayer por dentro de la habitación de Sofía. Sabía que terminaría haciéndolo, pero no esperaba que fuese tan pronto. Desde que amenazó con hacerle daño a ella si se me ocurría denunciarlo o abandonarlo, me paso las noches sentada en un sofá que instalé al lado de su cunita. He comprado también un cuchillo que guardo en el bolsillo de la chaqueta, por si los de casa los tiene contados y …
Estás fatal – @kike_vasallo
Había una silla de madera y una vieja maleta en el centro de la habitación. Era una sala grande con ventanas enormes en una de sus paredes. Acabábamos de salir de un ascensor industrial y nuestros pasos hacían crujir el suelo de madera. Ella se dirigió hacia la silla con un vaivén de caderas, ceñidas en un vestido negro de infarto, que me hicieron relamerme con lo que después haría. Había elegido un buen vestido. Yo acababa de salir de …
Indecente – @Macon_inMotion
El calor apretaba cuando un coche de un color rojo vivo se detenía junto a uno de los surtidores de una gasolinera perdida en una carretera nacional. Una esbelta mujer rubia, de unos cuarenta años, con unos ceñidos vaqueros negros y una camiseta blanca empapada en sudor se bajaba del enorme coche. Sus converse levantaban polvo al caminar alrededor del coche, comprobando el estado en el que se encontraba. Sucio pero intacto, a excepción de dos reveladores agujeros en la …
En la mente de Tarantino – @Imposibleolvido
-Ya empezó la temporada alta, Olvido. Tenemos que echar horas extras, no puedo permitirme contratar más personal por ahora. Es lo que hay. No pienso hablar más sobre el tema. Así contestó mi jefe a mi negativa de tener que entrar a trabajar dos horas antes de lo habitual. Esas fueron sus últimas palabras. 08:00h. Abro el restaurante por la puerta de atrás. Sola. Desactivo la alarma y vuelvo a cerrar la puerta tras de mí con llave. Me cambio …
Calla, canalla – @soy_tumusa
Aquella mañana se levantó casi a las seis y media, más pensativo que nunca, como sonámbulo, se puso su sudadera favorita, buscó algo en aquel cajón desordenado de su mesita de noche y se lo echó al bolsillo, se ató fuerte los cordones de sus Converse azul marino, una última mirada al espejo para comprobar que todo estaba en su sitio y salió caminando calle abajo, capucha puesta, manos en los bolsillos y mirada perdida. Caminó durante casi tres largas …