Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que hablamos por encima y a las prisas. De eso no queda nada. He olvidado incluso lo que dijimos, lo que te dije, lo que dejamos de decir. Sin embargo aún tengo lo que quise decirte, y créeme si digo que eso encoge mi corazón con bastante crueldad. Sin piedad. Sin clemencia. Es como un tribunal: yo soy el acusado y todos los te quiero y los te amo se me han …