Iba con las manos llenas de siempre, y un ojalá.
Noche cualquiera, la haces inolvidable.
Sé, pero no quiero recordarte lo bien que me hacías sentir.
Otro día como ese, y te olvido.
Mi cordura ya está cansada, no es de sensatos.
No le temo a la oscuridad, pero sí a no estar.
Ilusiona otra cosa, a mis sueños los despierto yo.
Otra promesa que no me pienso romper.
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